Uno es uno mismo y ya está. Eso de buscarse a uno mismo es una idiotez inventada para no reconocer una profunda infelicidad, un descontento de sí mismo.
Quizás sería más acertado decir que estamos más influenciados por el resto, más mediatizados que otros, más dependientes del entorno, de personalidad camaleónica. Quizás esas personas que dicen buscarse a sí mismas lo que quieren es simplemente ser más libres. Pensar por sí mismas y actuar bajo sus ideas y no otras. Saber vivir solas independientemente de que vivan rodeadas o no de más personas.
Y no es que no se encuentren a sí mismos, están ahí, ocupando un espacio ínfimo en un universo infinito. Sus problemas son la falta de cambios y ahora, en este momento de sus vidas, han empezado a sentirse inquietas. Han estado rehusando el cambio por un miedo extremo a lo desconocido, y ahora se han dado cuenta de la necesidad del cambio. ¿Cambiar o permanecer paralizados el resto de la vida por los fantasmas del fracaso?
Deberíamos responder a todas nuestras preguntas cumpliendo un requisito indispensable: ¿cómo responderías si no tuvieras miedos? Miedos, y no miedo.
De un modo natural ocultamos esos miedos buscando excusas para no afrontarlos. Dejar para mañana que nuestro yo del futuro nos solucione el problema. Es el camino fácil. Y no es que sea mal camino. Al fin y al cabo cualquier cosa que hagamos puede salir mal, o bien, ¿no? Nadie puede asegurar que un camino nos vaya mejor que otro porque en caso contrario simplemente elegimos uno y no otro, sin rodeos.
Pero si verdaderamente queremos cambiar, ¿no deberíamos hacerlo? Cambiar no es fácil, de ahí el invento de estar toda la vida buscándose a sí mismo pero sin cambiar. Aceptémoslo, si no somos capaces de cumplir la lista de propósitos de cara al verano, y tan siquiera el del Domingo («no voy a salir más»), ¿cómo vamos a cambiar nuestras vidas? Por eso solo pensamos en cambiar al mundo, o a los que nos rodean sin pensar en cambiarnos a nosotros.
Para ser más felices tenemos que cambiar muchas veces y no frustrarse cambiando a los demás. Y si sale mal, no hay nada más fácil que mejorar lo que se ha empeorado. Cambiar, cambiar… Y si aún eres de los que van por ahí diciendo que te estás buscando a ti mismo, dirígete al baño y mírate al espejo. La vida seguirá igual.
jueves, 07 agosto 2014 at
Buscarse a sí mismo implica ser libre, sin ataduras, sin apegos y no solo a los demás, sino a tus propios pensamientos. Y cómo se consigue esto? Meditando con atención plena. Ah, y no solo conseguirás hallar tu ensencia, ser consciente, sino accionar y no reaccionar. Así que con la meditación va todo el lote incluido! :)
viernes, 04 julio 2014 at
Que gran verdad!
viernes, 04 julio 2014 at
♫ La vida sigue iguaaaaal ♪ ♫ (ya podría habérseme pegado la de Bowie) ☺