Ahhh, ¡olor a campo!
Os voy a hablar del campo, queridos míos. El campo es ese sitio en el que la gente «se relaja», disfruta de la naturaleza y de la tranquilidad, además de cambiar los aires nocivos de la ciudad por el aire puro campestre.
El aire puro campestre os voy a decir yo lo que es: es mierda de caballo, como mínimo. Os vais a un pueblo perdido donde de día hace un calor infernal y de noche una humedad que se te ponen los pezones tan… que ni los de Afrodita A. Es un sitio donde crees que vas a respirar aire puro y la mitad del campo huele a mierda y la otra mitad a tufazo nº5, porque entre los extranjeros y los naturales de allí, huele eso a colonia de la chunga que tira para atrás.
Es un sitio donde, ahora en verano, no puedes disfrutar de la playa (si te gusta) y si quieres disfrutar de la piscina, pues suele haber sólo dos: la del hotel que haya allí y la municipal, de las que no te recomiendo ninguna porque ya os digo yo que allí lo que menos huele es a colonia.
Y qué deciros de la flora y fauna del pueblo en cuestión, son gente que vive una al lado de otra, que se conocen TODOS entre sí, y si no te conocen vas a ser la «comidilla» del lugar, o sea que, si lo que piensas es desconectar y pasar del mundo, lo llevas claro porque es un problema cuando «el mundo» no desconecta de ti.
Ni qué decir que si os pensáis quedar en alguna casa de por allí (alquilada o prestada por un amigo o lo que sea) en vez de en el hotel, no intentéis tener relaciones sexuales a menos que no os importe que el de al lado os grabe con el móvil y se ponga el sonido de tono de llamada. Porque aunque algunas construcciones en pueblos (depende de en qué año se haya hecho) son muy robustas, la mayoría son papel de fumar, donde se escucha todo, ya que no sólo tienes que preocuparte por el grosor de las paredes sino por la casi ausencia de ruido del pueblo (ruido que suele estar concentrado en el hotel o en la plaza principal).
Y no os dejéis engañar cuando alguien os diga «eh, ¿queréis veniros a recoger moras?», porque eso suele estar en TODO LO ALTO del monte y las moras que vas a ver son las que te comas durante la recogida porque después el que sea se va a llevar el 85% de lo que recojáis. Cabe decir que lo más probable es que os inviten a recoger moras (o cualquier otro producto) alguien que no sea dueño de esas tierras, que aunque no suele haber mucho problema con ello, os podéis meter en algún lío que otro.
Bueno, como último consejo/apunte personal os diré una cosa: podéis ir vestidos como personitas normales, no os dejéis engañar por los naturales de allí (sobre todo por las jóvenes) que van vestidas «de diario» como cualquier otra persona normal se vestiría para una boda/bautizo/comunión.
Y ya sabéis:
1. Protección solar y after sun.
2. Llevar una manta en el maletero por si las moscas.
3. Practicar sexo en voz baja.
4. Mascarilla por ciertas zonas rurales.
5. No tragar agua de la piscina.
6. No aceptar comida de desconocidos.
7. Vestir como personas es posible. Si quieres, puedes.
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