Los escritores son una especie aparte de la raza humana por muchos motivos distintos, pero hoy voy a desarrollar uno en especial.
Cualquier persona en el mundo quiere encontrar amor en otra persona, formar una familia y morir juntos, incluso los escritores.
Pero si bien, para cualquier mortal, conocer a alguien es el inicio de una historia, en cambio, para un escritor, es el fin de sus verdaderos escritos.
¿Qué escritor se hizo famoso por relatar su rutinaria vida con su pareja? ¿A quién le importaría leer como unta la manteca en el pan por la mañana? Simplemente a nadie.
Por eso, al contrario que al resto del mundo, a los escritores no les conviene encontrar su amor, ése que los va a acompañar hasta la muerte.
Un buen escritor, escribe con una profundidad y grandeza que sólo obtiene por vivir en su propia oscuridad. Se inspira en el horror y desgracia de su infelicidad. Los textos de un escritor feliz no atrapan tanto como los de alguien desdichado.
Es simple el motivo por el cual no nos interesa leer palabras de alguien que tiene una vida rutinaria con la que está conforme, y es que, todos, por más acompañados que estemos, por naturaleza, tenemos un alma solitaria, por eso nos sentimos tan identificados y susceptibles ante los escritos llenos de sufrimiento.
Por eso muchos escritores preferimos la soledad pura, que la compañía temporal.
sábado, 18 octubre 2014 at
Mi oscuridad, es que no encuentro un trabajo estable, y a veces, cuando me desespero por esta sucesión de precarios y mal pagados empleos, pienso, que por lo menos, me unen más a mis escritos y mis ganas de escribir.
Es un consuelo.
No sé que te parecerá lo que digo.
Por cierto, me encanto tu texto.