El pasado domingo acudí a la llamada «Marcha por la vida» en Sevilla. Por puro y simple interés periodístico, la verdad.

En esta marcha se pretendía presionar al gobierno para que se decidiese a aprobar aquel proyecto gallardoniano de ley, por el que volver a la edad media los limitados supuestos (o limitarlos aún más) que criminalizaban cualquier elección libre, en un embarazo no deseado, que se saliese de aquellos casos extremos que unos pocos considerasen justificados. [...]